Alzheimer es el tipo más común de demencia y se refiere a un término general utilizado para nombrar afecciones cognitivas que se producen cuando el cerebro del paciente no funciona de manera adecuada.
Somos especialistas en deterioro cognitivo, Alzheimer y otras demencias
El Alzheimer produce problemas de memoria, razonamiento y conducta. En la etapa temprana, los síntomas de Alzheimer pueden ser mínimos, sin embargo, a medida que la enfermedad progresa y provoca un mayor daño en el cerebro, los síntomas empeoran.
El ritmo en que progresa la enfermedad es diferente en cada paciente, pero se puede decir que, en promedio, las personas con Alzheimer viven 8 años más después de producidos los primeros síntomas. Sin embargo, con un tratamiento farmacológico y un plan terapéutico personalizado, se puede reducir el ritmo de avance de la enfermedad, otorgando más años de vida independiente para quienes sufren de demencia.
Es posible retrasar el deterioro cognitivo
Aunque aún no existen tratamientos para curar la enfermedad de Alzheimer, sí existen diversos medicamentos para tratar los síntomas y reducir el ritmo de avance de la enfermedad. Gracias a investigaciones recientes, se ha logrado comprender de manera mucho más profunda cómo el cerebro se ve afectado por la enfermedad de Alzheimer y por ende, se han logrado establecer diversas terapias y tratamientos médicos que permiten construir nuevas redes neuronales promoviendo mayor calidad de vida para las personas.
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Pérdida de Memoria que interfiere con la vida diaria
Dificultades para planear y/o resolver problemas
Dificultad para llevar a cabo tareas comunes en el hogar, en el trabajo o tiempo libre
Confusión con el tiempo y espacio
Problema para entender representaciones visuales y su relación con el espacio
Problemas para encontrar la palabra correcta al hablar o escribir
Colocar objetos en lugares inusuales e inhabilidad para regresar a donde se estaba y encontrarlos
Problemas para juzgar y tomar decisiones
Aislamiento de actividades sociales y trabajo
Cambios de estado de ánimo y personalidad
Aunque cada individuo puede presentar estos signos en un grado diferente, si existe sospecha de la existencia de alguna demencia, te recomendamos consultar a un especialista de inmediato.
Con la detección temprana se pueden aprovechar todos los beneficios de los tratamientos disponibles en los principios de Alzheimer. Estos tratamientos pueden ayudar a disminuir los síntomas y a mantener el nivel de independencia por más tiempo.
En la actualidad aún no se conocen todas las causas de la enfermedad de Alzheimer, ni las razones exactas por las cuales algunas personas desarrollan la enfermedad. Sin embargo investigaciones recientes permiten comprender mejor los factores que ponen a las personas en mayor riesgo:
Edad: La mayoría de las personas diagnosticadas con esta enfermedad tienen 65 años o más
Familiares con Alzheimer: La mayoría de las personas diagnosticadas con esta enfermedad, tienen algún familiar con algún tipo de demencia
Genética: Se han identificado diversas variantes en los genes que incrementan la probabilidad de desarrollar Alzheimer
Afectación Cognitiva Leve (MCI): Los síntomas de MCI incluyen cambios en la capacidad de razonar, pero estos síntomas no interfieren con la vida cotidiana y no son tan severos como los provocados por la enfermedad de Alzheimer u otras demencias progresivas
Enfermedad cardiovascular: Las investigaciones sugieren que la salud cerebral está estrechamente relacionada con la salud del corazón y los vasos sanguíneos. El cerebro obtiene el oxígeno y los nutrientes necesarios para funcionar normalmente de la sangre, y el corazón es responsable de bombear sangre al cerebro
La educación: Los estudios han vinculado menos años de educación formal con un mayor riesgo de Alzheimer y otras demencias
Lesión cerebral traumática: El riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer y otras demencias se incrementa después de una lesión cerebral moderada o grave, como un golpe en la cabeza o una lesión del cráneo o pérdida del conocimiento durante más de 30 minutos
Importancia de una valoración
En la actualidad no existe una prueba de Alzheimer sencilla que pueda decir si alguien padece la enfermedad, por el contrario, es necesario que se consulte con un especialista médico y se efectúen pruebas de diversas características. Una evaluación médica integral puede incluir:
El historial médico familiar
Un examen neurológico
Pruebas cognitivas para evaluar la memoria y el razonamiento
Análisis de sangre (para descartar otras posibles causas de los síntomas)
Estudios de imágenes cerebrales.
Aunque por lo general los médicos pueden determinar si alguien padece demencia, puede resultar más difícil distinguir el tiempo de esta. Por lo mismo, es importante recibir una valoración adecuada durante las primeras etapas del progreso de la enfermedad.
Etapa Temprana +
En esta etapa la persona puede llevar a cabo sus actividades de manera independiente. Puede manejar y formar parte de actividades sociales. Sin embargo, la persona puede experimentar lapsos de pérdida de memoria, como olvidar palabras y la ubicación de objetos familiares.
Algunas dificultades en esta etapa pueden ser:
Problemas para encontrar la palabra correcta
Problemas para recordar nombres de personas que se acaban de conocer
Mayor dificultad para completar tareas
Olvidar cosas que se acaban de leer
Perder o colocar objetos importantes en lugares inusuales
Mayor dificultar para planear y organizar
Etapa Moderada +
Esta etapa típicamente suele durar varios años. Conforme avanza, les paciente requerirá de mayores cuidados.
Algunos síntomas son:
Olvidar fechas importantes de eventos personales
Aislarse de actividades sociales
No poder decir su propia dirección o número telefónico
Confusión sobre dónde se encuentra y qué fecha es
Necesitar ayuda para elegir ropa adecuada para la temporada y la ocasión
Algunas personas presentan problemas de incontinencia
Cambios en los patrones de sueño como dormir durante el día e insomnio durante la noche
Riesgo de deambular y perderse
Cambios en la personalidad y el comportamiento
Etapa Severa +
En esta etapa las personas pierden la capacidad de responder a su entorno, de llevar una conversación y eventualmente de controlar su movimiento.
En esta etapa se puede:
Requerir asistencia de tiempo completo para su cuidado personal
Experimentar cambios en habilidades físicas como caminar, sentarse o comer
Presentar problemas para comunicarse
Volverse vulnerable a infecciones, especialmente neumonía
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