El deterioro cognitivo leve (también conocido como demencia incipiente o deterioro cognitivo aislado) es la forma de describir los síntomas previos a la demencia. Las personas afectados presentan daños más allá de lo esperado para su edad y educación, pero que no interfieren significativamente con sus actividades diarias. Está considerado como el límite entre el envejecimiento normal y la demencia.